QUIÉNES SOMOS

El Centro de Formación Profesional Nº 39, "Padre Jorge Vernazza" nació en 2014 con el propósito de acompañar a los vecinos del flamantemente rebautizado barrio Padre Ricciardelli (ex Villa 1-11-14) en la tarea de construir una realidad superadora en todas las dimensiones: espiritual, física, social, educativa y laboral. Se trata de un proyecto de prevención, identidad e integración, desarrollado en forma conjunta por la parroquia Santa María Madre del Pueblo y el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.

Nuestros objetivos son:

• Fortalecer el tejido social.

• Avanzar hacia una integración real y concreta, sin barreras físicas ni sociales, con igual acceso de oportunidades.

• Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Promover situaciones de aprendizaje para mejorar la calidad de vida de las personas y generar desarrollo sustentable.

• Favorecer el desarrollo humano con justicia social. Mejorar la empleabilidad.

Entendemos que una integración real y efectiva debe realizarse en forma inteligente y articulada. La problemática de nuestro barrio es multidimensional, y por ello resultan necesarias intervenciones de las mismas características. Para que la transformación sea radical y sustentable, resulta imprescindible fortalecer los pilares de la educación y el trabajo, que nos permitirán ir superando las adversidades actuales, con una tarea impulsada desde el amor y sostenida en el tiempo. Generamos prácticas profesionalizantes vinculadas con el sector privado y el tercer sector, acompañando a los alumnos en su orientación e inserción en el mundo del trabajo.

Buscamos que cada alumno pueda fortalecer su identidad, que se sienta incluido, se le amplifiquen los horizontes, obtenga herramientas concretas para mejorar sus oportunidades de progreso. Formar sujetos para favorecer sus vínculos con los sectores socioproductivos, ampliar sus posibilidades laborales y, en consecuencia, mejorar la calidad y capacidad productiva de los sectores en donde se desempeñan.

Se trata de democratizar los saberes para apropiarse de ellos y ponerlos a disposición del sector socioproductivo. Queremos ser una puerta de ingreso al sistema, y no un pedazo de madera en medio del naufragio. Hay en nuestro barrio una necesidad imperiosa de trabajo y una demanda de capacitación que año tras año se ve insatisfecha. Estamos convencidos de que con educación de calidad, con un mejor acompañamiento y diálogo social es posible una transformación profunda.